jueves, 29 de abril de 2010

Elige la vida

El día 23 de mayo se cumplirán dos años desde que Iñaki Ochoa de Olza perdió la vida en el Annapurna, y ayer mismo un nuevo montañero, Tolo Calafat, se quedaba para siempre en la Diosa de las Cosechas después de haber alcanzado la cima junto a Carlos Pauner y Juanito Oiarzabal.

Iñaki Ochoa es para mí un ejemplo de montañero, deportista y sobre todo es un ejemplo de persona, y el intento frustrado de su rescate fue una prueba de ello. Además el club de senderismo La Carrasca ya había hablado con él para que viniese a Lorca a dar una conferencia, y yo tenía la ilusión de conocerlo en persona.

Desde aquí voy a rendirle un pequeño homenaje recordando alguno de los artículos que ha publicado.

ELIGE LA VIDA
"Elige la vida, elige un empleo, elige tu familia, elige un televisor grande que te cagas, elige compact discs, lavavajillas y abrelatas eléctricos...elige tu futuro...? Pero por qué iba yo a querer hacer una cosa así?" Tan contundente como eso comienza la película "Trainspotting", directa al centro neurálgico de nuestras adormecidas conciencias, atontadas y entumecidas en medio de tanto estado del bienestar. Si no la habéis visto, os la recomiendo, viviréis por dos horas las peripecias de una cuadrilla de adictos a la heroína escoceses.

"Elige la vida" o "Simplemente dí no" eran también los slogans de una horrorosa campaña antidroga de hace ya bastante tiempo. Creo que hasta salía el Maradona y todo, debió de filmar el anuncio entre "chute" y "trallazo" (de perica, claro). A uno, cuya adicción más grande ha sido el colacao con magdalenas, hasta le daban ganas una vez visto el anuncio, de salir a la esquina más próxima a "probar".

Adictos a algo supongo que lo somos todos. Al fútbol, a "operación triunfo", al beato José MAría, o al cine del "plus" los viernes noche. Algunas de estas "aficiones", como la heroína, la escalada o el surf hacen abrir los ojos un poco más de lo habitual a la gente porque tales actividades se convierten en el eje absoluto de la vida del "adicto" y en el motivo del sufrimiento, según dicen, de quienes le rodean. No faltará después el avispado estudioso que vendrá a explicarnos la relación entre alguna puñetera hormona y nuestras aficiones. Vaya, preocupados estábamos.

Porque el caso es que "cuando estás colgado tienes una sola preocupación: pillar. Pero cuando te desenganchas tienes que preocuparte de las facturas, de la comida, de algún puto equipo de fútbol que nunca gana, de las relaciones personales y de todas las cosas que en realidad no importan cuando estás auténtica y sinceramente enganchado..."

Simplemente dí "sí". Cuando los vientos del invierno dejen de soplar con la fuerza de mil bestias, cuando ya no caigan más las nieves del monzón que tiñen las cumbres de blanco, entonces agarra tus bártulos y ven a escalar al Himalaya. No hallarás lugar más bello. "Pide prestado" el dinero si careces de él, abandona sin mirar atrás a quien siempre te dice "ten mucho cuidado" pero nunca "¡vive!", olvídate de tu pareja si no te quiere seguir, (y ahora hay además internados bastante buenos para esas criaturas que habéis concebido para que os sustituyan...) Corre, mañana será tarde.

¿No son acaso el colesterol y la depresión, el hastío y la arterioesclerosis tan dañinos como lo pueden ser la heroína o el Himalaya? ¿O quizás aún más? ¿No son el comfort y la tecnología que nos rodean un terrible engaño, nada más que una mera ilusión que nos aleja de elegir nuestro propio camino y de llegar alguna vez a encontrarnos?.

Yo elegí no elegir la vida. Yo elegí otra cosa."

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