viernes, 18 de noviembre de 2011

Pain is inevitable. Suffering is optional

"El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional", depende de uno; la dureza es un hecho inevitable, pero lo de poder o no poder más, eso queda ya al arbitrio del interesado...

Dos líneas escritas por Haruki Murakami que describen el último viaje a la Alcazaba, la montaña sagrada para nuestra estirpe, que con sus 3.371 metros ha rechazado ya 5 intentos para pisar su anhelada cima, cinco intentos en distintas condiciones y con diferentes acompañantes, pero 5 intentos que han terminado en una "agradable" noche en Siete Lagunas en el mejor de los casos, o en 11 horas de marcha Trevélez-Trevélez en el peor de todos.

Todo comienza en la plaza de Trevélez, donde nos colocamos por primera vez las mochilas con 14 kg de ropa y comida para pasar, ¿cuánto tiempo?, 30 horas en volver al coche...


La llegada a las chorreras negras son depara la primera sorpresa del finde, hay un paquetón de nieve que hace regresar al grupo que iba delante nuestro, no llevan piolet ni crampones, y aunque la nieve se pisa bien, un resbalón puede provocar una caída tonta pero con graves consecuencias.

Una vez remontamos la última pendiente, las vistas ante el Mulhacén y la Alcazaba son espectaculares, el dolor es inevitable, la espalda, los cuadriceps y los gemelos piden un relevo, pero no hay sufrimiento con la visión que tenemos ante nuestros ojos. Hemos pasado varias veces por aquí, pero uno nunca se acostumbra a este espectaculo de la naturaleza, uno de los lugares más bonitos de Sierra Nevada.


Plantamos la tienda en nuestra parcela de la tercera laguna y nos preparamos para nuestra primera noche sobre nieve. Llevamos ropa como para aguantar el asedio de Estalingrado, más cuatro mantas de supervivencia por si la cosa de fea.

Después de dos horas de derretir nieve, hacer pasta, derretir más nieve y probar más pasta china, nos metemos en los sacos sobre las 9, con un pensamiento que no nos atrevemos a verbalizar: en la funda del ferrino pone +1,-4,-12, ¿será suficiente?

A las 11 me despierto muertecico de frío, el dolor es inevitable, ya lo dice Murakami, me pongo un forro polar en los pies e intento volver a dormir. Me vuelvo a desperar cada 90', hasta que a las 5 Andrews se despierta con mucho mucho frío. Nos ponemos la última manta de supervivencia que nos queda y lo único que me consuela es que no hace aire y queda poca noche por delante. La tienda es un pequeño congelador y la humedad lo tiene todo empapado.

Pero "suffering is optional", amanece que no es poco y las vistas al salir de la tienda nos dejan boquiabiertos.

Ha sido una mala noche que ya empezamos a olvidar y "babeamos" con el espectáculo que tenemos a nuestro alrededor, sencillamente eXpectacular.

Decidimos no intentar la Alcazaba ya que desconocemos la ruta por el colaero, y remontar la loma con las mochilas de 14 kilos no nos apetece demasiado; además, así tenemos la excusa perfecta para volver a intentarlo nuevamente, para repetir una noche en siete lagunas, soñando con hacer cima en la Dama Blanca de Sierra Nevada, hasta entonces, nos queda el recuerdo de uno de los mejores paisajes de montaña que podemos disfrutar, y la motivación de encontrar unos sacos decentes que nos eviten tiritar dentro de la tienda.


El reportaje completo del finde pinchando aquí.

1 comentario:

  1. Me ha dado más miedo leerlo que vivirlo, pero quizás pensando en las caras que me ponían los amigos cuando contaba la experiencia, la frase: "estos zagales están fatal de la cabeza", quizás no era tan exagerada como pensaba.

    Pero.... ¡Dios que chulo estuvo! ¡No veo el momento de volveeeeeeeeeeerrrr! Quizás me falten un par de dedos de frente, pero yo es que me iba todos los fines de semana.
    Pero eso si con mejor saco, menos peso y un poco mejor de forma, que Juan Carlos está demasiado fuerte para seguirle sin doparme.

    Muy chulo el cambio de look del blog.
    ¡¡Squash en Lorca YA!!

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