Y para cenar, Kebab


Pero, ¿cómo llegar en plenitud a un desafío de dimensiones desconocidas para un DesOrientado?
Veladas románticas a la luz de los frontales en el Cejo de los Enamorados en las que el menú se compone de un par de geles energéticos y un par de pastillas de Isostar, salidas por rutas desconocidas hasta alcanzar el techo de nuestra ciudad bien entrada la noche y en las que descubrimos al primer "humano" que no se para en las rampas del 45%...
Pero, ¿Será suficiente?? Por ahora ya tenemos dos conclusiones importantes:
A) Por la noche corriendo por un camino se ve poco
B) Por la noche corriendo por un bosque finlandés no se debe ver nada
A+B= habrá que sacar créditos para los frontales ultra potentes del Sr. Silva, porque si no ...

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