Una de buitres por el Luchena

En una nueva entrega de al filo de lo posible, y ultimando los desafíos que este verano nos llevarán a la cima del Veleta y del Mulhacén, cuatro insensatos pseudomontañeros se han levantado a las 7 de la mañana (ya que quedarse en la cama un día de fiesta hasta las 12 está muy mal visto en según que "ambiente" se mueva uno) y se han ido a pasar el día de la región haciendo una pequeña ruta que según nos había comentado un "amiguito" se hace fácil en unas 3 horillas....

Pero como estamos hablando de al filo de lo posible, y la palabra fácil no encuentra traducción en nuestro vocabulario, hemos tardado 4:16 horas y 16,3 km entre pecho y espalda, y gracias a que el Sol sí que ha decidido quedarse remoloneando en la cama, porque si no más de uno se hubiese quedado reposando en el barranco de Valdeinfierno esperando a que alguno de los buitres diese buena cuenta de él.

La ruta ha comenzado en el albergue de Casa Iglesias, siguiendo la ruta marcada con el número 1 hasta el collado de la Carrasca. Desde allí se inicia el descenso hasta el nacimiento del río Luchena, que a más de uno le puede sorprender por la gran cantidad de agua que fluye de la caseta que han instalado por si alguno decide meterse en la cueva a explorar.

Una vez allí, seguiremos el curso del Barranco de Valdeinfierno ante la atenta mirada de los buitres que anidan en las escarpadas paredes, hasta encontrarnos con la presa del pantano, que ascenderemos por unas escaleras que quedan a la izquierda. Desde aquí quedan unos 3 km de pista hasta el albergue, donde habíamos dejado el coche.