3 veces me negarás

Después de 2.000 km en coche, después de 23 horas al volante en menos de 3 días, después de 2 podiums de corredores del club, si, después de todo esto lo más comentado del viaje a tierras portuguesas es que tenemos en Lorca al nuevo Usain Dubois Bolt y que el Sensei se tiene que convertir en el nuevo psicólogo de los orientadores lorquinos...

Al igual que hizo San Pedro en la última cena, antes de que el gallo portugués cantase dos veces, mi Sensei, aquel que me convirtió en un eliteman, el mismo que consiguió que abandose mis queridas alamedas por la arcilla y las cuestas interminables de la Peña Rubia me negó 3 veces. También hay que decir que si yo estuviese en su pellejo y tuviese que jugarme mis euricos, probablemente hubiese apostado por superar los 100' de carrera. Sin embargo Él no se da cuenta de que su entrenamiento y sus consejos son realmente buenos, y que aunque la mata no da para mucho más, si que da para que de vez en cuando podamos codearnos con los de arriba.

El problema surge porque en el club uno puede lanzar un guante y sabe que no va a dar tiempo de que llegue al suelo porque ya lo habrán recogido 3 o 4 en el aire, y fue una inocente frase
de Murcia Yoryú y la réplica del Sensei (con un "que vaaaa", acompañado de un movimiento de brazos que en el lenguaje no verbal significa ni de coña!!!) lo que desencadenó toda la maquinaria de LorcaBETandWIN y consiguió que ni tan siquiera después de mi desastre del sábado pudiese estar relajado para la carrera del domingo. Las bases estaban claras: si bajaba de 1:16 la porra me la llevaba yo, si pasaba de 1:40 el Sensei, entre estos dos tiempos se podía apostar cada dos minutos... De postre la ya tradicional porra del sprint, que consigue que los espectadores que esten en la meta vean a los lorquinos en una "aparente" forma física increible, arañando centésimas en los ultimos metros.

Y al final quién ganó? Pues ni tan bueno para 72', ni tan malo para 100', 1:26 a 12' del ganador con 4' de error en el control 4 que le costaron la porra a mi chofer en favor de la Sra. Sensei (tranquilo Yoryú que la próxima será tuya!!!!)

Pero lo mejor del finde estaba en el sprint. Técnico, en bajada, con dos cambios de dirección y un muro de piedra donde podías agarrarte y arañar algún segundo. Usain Dubois Bolt lo inspeccionó en un par de ocasiones para encontrar los puntos débiles, al igual que hace Fernando Alonso cuando llega a los circuitos y los recorre caminando nuestro velocista lo repasaba para ver donde estaba menos pisado, donde tenía que apretar más y donde dejarse llevar por la pendiente. De este modo, consiguió sacar el máximo y parar el crono en 29', un tiempo que sólo pudo mejorar un corredor de Elite, sólo uno, ojito!!!

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